Me perdono a mi mismo por haberme permitido y aceptado proyectarme en el futuro para estudiar música sin haberme dado cuenta de que estoy forzándome a mi mismo a tomar decisiones especificas sin considerarme a mi mismo en el HOY, haciendo todo lo "cotidiano" en torno a esa proyección de irme a santiago a estudiar, abusando de mi, principalmente por las tensiones físicas, preocupaciones, miedos, irritaciones, esperanzas, creencias, que he experimentado en torno a esta proyección de mi mismo en el futuro.
En el momento y cuando me veo a mi mismo proyectándome en el futuro para estudiar música, me detengo y respiro. Me doy cuenta de que no hay necesidad alguna de proyectarme hacia el futuro, ya que lo que vivo ahora es lo que realmente forja lo que después pasará, en tanto a vivir mis palabras como uno mismo me refiero. El futuro no existe. El futuro solo es el resultado de lo que hago ahora, por lo tanto, proyectarme en cada acción, por lo que veo ahora, genera más proyecciones y más deseos y más esperanza, sin un fin, ya que no estoy viviendo el presente en cada respiro, en cada momento cuando me proyecto. Entonces la corrección práctica es simple: vivo el presente en cada respiro, en cada momento, estoy yo aquí, y si planeo algo para después, solo me enfoco en lo que puedo hacer en el ahora para "incubar" aquello que me ESTOY permitiendo hacer a partir de ese momento.
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